¿Cómo se podría representar en un conjunto de fotografías el flujo de las aguas subterráneas y la fuerza que de ellas emana?
Para ser breve, diré que en el semestre pasado, al cursar la materia de fotografía de paisaje y naturaleza, el maestro nos propuso desarrollar un proyecto fotográfico cuyo concepto estuviera basado en uno de los 64 hexagramas que forman el oráculo chino “I Ching”.
El “I Ching” es un libro oracular de origen chino, se cree que describe o interpreta la situación presente de quien lo consulta y aconseja como se puede resolver el futuro. Sus primeros textos se estima que fueron escritos hacia el año 1200 A. C. Esta conformado por 8 trigramas y a cada uno se le asocian múltiples significados, al combinar dos trigramas obtenemos un hexagrama, siendo un total de 64 hexagramas que lo conforman y a partir del cual se obtendrá la interpretación de la respuesta del oráculo.
Cada uno de los participantes eligió un número al azar entre el 1 y el 64, siendo el número 7 el que yo elegí y por lo cual me tocó desarrollar lo siguiente:
El número 7 corresponde al hexagrama llamado 師 (shih) que su traducción podría ser “El ejercito”, “El líder” o “Las masas”. Esta compuesto por dos trigramas: el superior es ☷ (坤 k’un -la tierra-) mientras que el inferior es ☵ (坎 k’an -el agua-), al estar por encima el correspondiente al de la tierra por sobre el del agua, se asocia con el agua subterránea cuya fuerza es similar a la de un ejército y su líder que sin ser visible contiene un poder transformador y en algunos casos devastador.
Para profundizar más, consulté el libro: I CHING – El Libro de los Cambios – Version de Richard WILHELM (Libro 1). Del cual extraje la siguiente cita:
“El hexagrama está compuesto del trigrama K’an, el agua y K’un la tierra. Simboliza el agua subterránea que se acumula en el interior de la tierra. De la misma forma que la fuerza militar se sustenta en la masa del pueblo, invisible en tiempos de paz, pero siempre disponible como fuente de poder. Los atributos de este hexagrama son el peligro al interior y al exterior la obediencia. Esto corresponde a la naturaleza de un ejército, que en su sustancia es peligroso y un lugar donde deben primar la disciplina y la obediencia”.
En resumidas cuentas, había que representar a través de la fotografía de paisaje a la fuerza que ejerce un líder sobre su ejercito y del ejercito mismo, sin embargo, la fortaleza no debía aparecer como algo evidente sino como algo oculto, apenas perceptible, similar a la fuerza y la energía de las aguas subterráneas.
El dilema era que representar fotográficamente los mantos acuíferos subterráneos es prácticamente imposible, por lo que opté por acudir a una zona boscosa cercana a mi ciudad en la que hay distintos nacimientos de aguas termales a lo largo de un riachuelo llamado el “Rio Caliente”, y con ello capturar los distintos veneros y cauces para que representen a fuerza de tal ejército al momento de hacerse evidente a la luz, así como a las rocas y meandros que dirigen tales cauces y que representen al líder de tal fuerza contenida.
Con la intención de que el trabajo final contenga elementos formales que remitan al concepto de la serie, consideré hacer el registro con fotografía análoga en blanco y negro (Plata y gelatina) utilizando una cámara estenopéica e imprimiendo los negativos por contacto con la técnica tradicional “Van Dyke” (En entradas anteriores a este blog detallo ambos procesos), ya que las piezas requieren un detallado proceso técnico que no es visible a simple vista, sin embargo está presente y es parte de la fuerza de la obra.
Finalmente, decidí realizar un libro artesanal que contenga las piezas finales con la intención de que la obra se consolide como una unidad y a su vez esté conformada con distintas imágenes. Así mismo, busqué que en su conjunto la obra cuente con un carácter rústico y artesanal con el fin de dejar en evidencia que todo el proceso fue elaborado a mano y ausente de los sistemas digitales que actualmente son predominantes en el medio.
Trabajo final.